Otra de las labores con la que más he disfrutado, y que más trabajo me ha dado, ha sido con la organización de los fines de semana. Al ser un Internado, muchos chavales, alrededor de unos 100, se quedaban allí los fines de semana, por lo que había que organizar actividades para los viernes en la tarde, los sábados y los domingos. En teoría, nos íbamos turnando los fines de semana los que estábamos encargados de Internado, pero al final, siempre tocaba pringar, aparte de que a mí me encantaba estar con los muchachos y no tenía otra cosa que hacer.
En la organización, había cosas que eran fijas, como por ejemplo los estudios, el ensayo de canto para la Eucaristía, la Eucaristía, las limpiezas del patio, dormitorios, pasillos… Pero luego, cada fin de semana intentábamos que fuera algo diferente. Dependiendo de a quién le tocara organizarlo, había más cosas o menos, según las ganas de calentarse la cabeza del personal. Al final, creo que hemos conseguido que se lo pasaran muy bien, y aunque a veces protestaran, los fines de semana han dado mucho de sí.
Excursiones, paseos, visitas, ir a bañarnos a lagunas, ríos helados, parques con columpios, incluso dentro de San Javier, excursiones por los pinos para agarrar moras, bajadas a la puerta a comer helados… Intentábamos que todos los fines de semana hubiera alguna salida fuera del colegio, y la verdad es que con mucho esfuerzo por parte sobre todo de la Hermana Monte, lo hemos conseguido. Es que estar toda la semana metidos allí, y encima el fin de semana, con muchos compañeros saliendo, ellos allí encerrados… da cosilla. Sin embargo, uno de los mejores fines de semana, fue el que nos quedamos en el cole. Con motivo de la Copa América que se celebraba en Venezuela, organizamos nuestra copa particular. Por equipos, tenían que elegir un país participante del evento deportivo, y a parte de formar el equipo de fútbol para el torneo, tenían que preparar unos bailes típicos del país elegido, vestimentas típicas… Y todas las pelis que pusimos ese fin de semana eran latinoamericanas. Total, que esto nos llevó todo el fin de semana, y entre unas cosas y otras, fue divertidísimo. Y al final, como muestra la foto, se llevaron su copa.
Una de las actividades preferidas, era el baile. Casi todos los viernes por la noche, se ponía música en uno de los pasillos y allí cada uno desplegaba sus dotes salsera, y otro tantos, sus dotes de ligoteo. En teoría, los novios están, si no prohibidos, controlados, y es muy curioso ver a las parejillas juntarse para los bailes. Salsa, merengue, joropo, ballenato… menos reggaetón, había de todo, y es increíble cómo bailan, esta gente tiene el ritmo metido en la sangre. Yo hice lo que pude.
Os dejo una pequeña muestra de algunas actividades que tuvimos en el cole, y con las que tanto he aprendido.
Carnavales en San Javier, mis indias: Gladerys, Lorbelys y Minorka
Nuestros bailes: Neris y Erika
Un día de excursión con mis niñas
Un día de pinos