martes, septiembre 11, 2007

Voluntariado en San Javier (I)

Dormitorio


Esta ha sido la gran experiencia de este año. Mi labor, consistía fundamentalmente en estar. Estar a lo que hiciera falta en el Internado, que era donde principalmente desempeñaba mi trabajo. Yo era el encargado de un dormitorio, el número 4, de la parte masculina del Internado. Aquí tenía que estar pendiente de los 35 muchachos que dormían allí, saber cómo estaban, controlar que estuvieran a la hora de dormir, conocer sus cosas, sus problemas, sus alegrías, estar atento a que se respetaran unos a otros, que no cogieran cosas que no eran suyas, ayudarlos en sus estudios… En fin, ser su familia dentro de mis posibilidades. Creo que durante este año hemos conseguido, con mucho trabajo, crear un ambiente familiar en el dormitorio y que todos se llevaran bien. El principal problema, a parte de los robos, fueron las diferencias entre los que venían de la parte del llano venezolano, los estados de Apure y Barinas, con los que son de los Andes, llamados gochos. Hay una diferencia cultural, de estilo de vida, de madurez forzada, que hace que se levanten las diferencias que tienen. Y manejar esto fue quizá lo más difícil.

Muy positivas han resultado nuestras reuniones semanales, en las que todos los que formábamos el dormitorio, nos reuníamos los domingos para ver el funcionamiento de todo, los problemas, qué cosas podíamos mejorar, y poner la semana en manos del Señor con oraciones diferentes cada semana, y muchas veces llevadas por ellos mismos. La referencia religiosa ha sido muy buena, y ellos lo han acogido muy bien. Otra experiencia muy positiva ha sido la lectura por las noches. Todas las noches, antes de dormir (o en muchos casos mientras dormían) leíamos algún libro o alguna parte de algún libro. Hemos leído La Libertad del compromiso, Juan Salvador Gaviota, El alquimista… y les ha gustado mucho.

Probablemente, mi relación con los muchachos del dormitorio ha sido de las cosas más satisfactorias, ahora, sí que valoro el trabajo que he hecho con ellos. Al parecer, hace algunos años, los responsables del Internado eran mucho más dejados y casi no estaban con ellos. Yo creo que me he dedicado bastante y que al final hemos conseguido un ambiente muy bonito. La pena es que una labor así necesita continuidad, pero seguro que continuarán con este trabajo. No tienen nada fácil salir de su situación, no sólo por el país en el que viven, sino por sus problemas familiares, pero con sus ganas y su esfuerzo, saldrán adelante.

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